El economista Gabriel Caamaño Gómez afirmó que la iniciativa que lleva adelante el gobierno bonaerense con los tenedores del bono BP21 puede ser considerada “un caso testigo” del proceso de renegociación de deuda que pondrán en marcha en poco tiempo más la provincia y el Gobierno nacional.
El economista consideró, en una entrevista con Télam, que el proceso constituye un “leading case (caso testigo)” porque “el bono que vence ahora es bajo ley extranjera”, y requiere del consenso de una parte importante del tenedores para no caer en default.
Caamaño Gómez es gerente general de la Consultora Ledesma y con 40 años de edad es uno de los integrantes de la camada de jóvenes economistas que comenzaron a hacer oír su voz en los últimos años en la Argentina.
El especialista dijo que todavía no está claro cuál será el plan que presentará la provincia de Buenos Aires para convencer a los bonistas para que avalen el pedido de prórroga de pagos de vencimientos. “Hasta el momento simplemente les dice que no les puede pagar ahora”, resumió.
No obstante, Caamaño Gómez reconoce que a la provincia de Buenos Aires no le queda otra alternativa que buscar reestructurar su deuda, y que los pasos que va a dar estarán atados al proceso que planea llevar adelante la Nación.
“Es cierto que la provincia debe reestructurar su deuda. Como desde el Gobierno nacional tampoco se llegó a reestructurar, la provincia de Buenos Aires puede evaluar no hacerlo hasta que tenga más claro cómo lo hará Nación y cuáles son las condiciones”, afirmó.
Caamaño Gómez sostuvo que si bien todos daban por descontada la necesidad de reestructurar deuda, el proceso “empezó a acelerarse a partir de la decisión de la provincia de Buenos Aires” de buscar prorrogar hasta el 1 de mayo próximo el pago de una cuota de capital que vence el domingo 26 de enero.
Según su visión, el vencimiento del bono BP21 -por un monto de US$ 250 millones- no es inmanejable, y la provincia cuenta con herramientas con las que podría financiarse sin tener que enfrentar ese problema ahora.
A criterio de Caamaño Gómez, la provincia de Buenos Aires le pide a los bonistas posponer el pago “pero no les dice cómo les va a pagar ni tampoco tiene un programa fiscal para bajarles y mostrarles que hay capacidad de pago. Simplemente les dice que no les puede pagar ahora”.
Al analizar la situación que enfrenta la Nación, Caamaño Gómez afirmó que el esquema de negociación que plantea la cartera que conduce Martín Guzmán es “distinta”, ya que si bien reconocen que no pueden pagar, dicen que “quieren hacerlo y que tienen la voluntad”.
Respecto del proceso encarado por el gobierno bonaerense, el economista analizó que la provincia “quiso anticipar la negociación y de una forma dura”.
Según su opinión, el riesgo que se corre con una negociación de este tipo es que puede perder “credibilidad, porque los costos de entrar en default son altos”.
Por último, al ser consultado sobre qué necesita la provincia de Buenos Aires para alcanzar el consenso del 75% de los tenedores de bonos, dijo que el principal problema es que falta una propuesta concisa y un plan que le dé sustancia, “de forma tal que el acreedor tenga un bono líquido y si quisiera, pudiera descargarlo” en el mercado.