El papa Francisco recibió hoy al vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en una reunión bilateral que tuvo a la situación en Medio Oriente y en Venezuela como temas de agenda.

El pontífice y Pence se reunieron durante una hora en la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, en un encuentro que provocó fuertes medidas de seguridad en toda Roma.

Según fuentes consultadas por Télam, en la reunión estuvo sobre la mesa la reciente crisis entre Estados Unidos e Irán, a partir de la preocupación de la Santa Sede para que no haya una escalada del conflicto y no se convierta a Irak, escenario de las útimas disputas entre ambos, en un “campo de batalla”.

“El papa Francisco está muy preocupado por la situación de los cristianos y de las minorías perseguidas en Irak”, planteó Pence tras la reunión en declaraciones a la cadena estadounidense EWTN.

En ese contexto, el pontífice recibirá mañana al presidente iraquí, Barham Salih, en un encuentro en el que podrían darse pasos signiticativos hacia una posible visita papal al país asiático este año.

Según planteó Pence tras la reunión, su país segurá buscando “que el mundo continúe aislando a Irán económica y diplomáticamente”, y ratificó que el mandatario Donald Trump “seguirpa encabezando” esa misión.

La reunión de hoy ocurrió también a días de que Estados Unidos presente el próximo martes su plan de paz para Medio Oriente, durante la visita que hará a Washington el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

Durante el encuentro, Pence le pidió a Francisco “un consejo” sobre cómo pueden “trabajar más estrechamente con él y con la Iglesia en Venezuela y en toda América del Sur y Central para continuar ejerciendo el tipo de presión desde las bases para hacer posible que el pueblo de Venezuela tenga un renacer de libertad”.

Además, según fuentes diplomáticas, Estados Unidos mantiene su preocupación por lo que considera como un “silencio” de la Santa Sede sobre las protestas en Hong Kong, en un marco de acercamientos entre el Vaticano y China a partir de la firma de un acuerdo para la designación conjunta de obispos en septiembre de 2018.

Al inicio de la reunión, Pence le transmitió al Papa los “cálidos saludos” del presidente de su país, Donald Trump, que “disfrutó” su visita al Vaticano en 2018.

Pence llegó con una numerosa comitiva de varios autos blindados, con la que recorrió una vacía Via della Conciliazione, la avenida que desemboca en la Plaza de San Pedro, bloqueada al tránsito y los turistas con un doble vallado que desde primera hora de la mañana alteró la normal movilidad en una de la zonas más visitadas de la ciudad.

“Con esta visita me hizo un héroe en la familia”, bromeó Pence al despedirse con un poco convencional “que Dios lo bendiga”; dirigido al Papa.

La reunión de Jorge Bergoglio y el vicepresidente de Estados Unidos mientras en el Senado norteamericano se sustancia el juicio político a Trump, en el que el mandatario enfrenta dos cargos, uno de abuso de poder y otro de obstrucción al Congreso.