
El rol de Facebook en la campaña presidencial de Estados Unidos volvió al centro del debate con la irrupción de la ex candidata demócrata Hillary Clinton, para quien su CEO, Mark Zuckerberg, “debería pagar un precio” por lo que le hace a la democracia, una propuesta que alimentó aún más los reclamos de mayor regulación que se escuchan desde su partido.
Las palabras de Clinton se sumaron a los cuestionamientos que acechan al gigante tecnológico sobre su política de anuncios publicitarios, su capacidad de influir en el debate político con noticias falsas o su posición monopólica.

Estas criticas no solo llegan desde las filas demócratas, sino también desde el oficialismo y organismos gubernamentales, pese a que el actual presidente, Donald Trump, se ha beneficiado y se beneficia de esta plataforma en su comunicación.
La ex candidata presidencial demócrata consideró “inevitable” que la información falsa que circula por Facebook influya en las elecciones de 2020, “porque la propaganda funciona”.