El adolescente que fue la primera víctima de los disparos de armas de fuego de la policía en las protestas a favor de la democracia en Hong Kong fue acusado hoy de disturbios y ataques a la autoridad, mientras que el gobierno analiza la posibilidad de aprobar una ley de emergencia para prohibir las máscaras en las manifestaciones.

La acusación judicial contra Tsang Chi-kin, el estudiante de 18 años que fue baleado por un policía el lunes pasado durante una nueva protesta en Hong Kong, caldeó los ánimos de los manifestantes que desde mayo protagonizan masivas movilizaciones en la isla china.

Tsan recibió un disparo en el pecho a corta distancia cuando golpeaba a un policía y fue internado de urgencia, aunque el último parte médico oficial consignó que se encuentra estable después de que fuera sometido a una compleja cirugía de tórax.

El joven, al igual que otras siete personas acusadas de disturbios, puede recibir una pena de hasta 10 años de prisión, y aún no compareció ante el tribunal, donde decenas de simpatizantes, muchos de negro, se sentaron fuera del juzgado a modo de repudio, citó la agencia de noticias DPA.