La mayor redada masiva contra inmigrantes en diez años provocó el repudio de la oposición demócrata en Estados Unidos, especialmente de sus precandidatos presidenciales, y volvió a poner el foco de la discusión en la separación de las familias de inmigrantes detenidas, una de las políticas de Donald Trump más rechazadas hasta ahora.
“Esto es inhumano y tendrá efectos devastadores sobre los niños que quedan solos. No se equivoquen: Seguiré peleando con todo mi corazón por nuestras comunidades de inmigrantes y, en un gobierno de Warren, las familias de inmigrantes podrán vivir sin miedo”, tuiteó la senadora y precandidata presidencial Elizabeth Warren.
La veterana referente del ala más progresista del Partido Demócrata no fue la única que repudió las redadas masivas que lideró el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ayer en siete fábricas de procesamiento de alimentos en seis ciudades y pueblos del estado de Misisipi.
En total, 680 trabajadores -107 mexicanos, según el gobierno de ese país- fueron detenidos al salir de las fábricas, sin posibilidades de avisar a sus familias o amigos. El vocero del ICE, Bryan Cox, anunció hoy que más de 300 de los arrestados fueron liberados hoy, según la cadena CNN.
Según explicó, 270 fueron liberados después de ser procesados en un hangar militar, ser acusados de violar las leyes migratorias y recibir una fecha para presentarse ante los tribunales. El resto fue liberado de inmediato ya que se trataba de madres que amamantan o mujeres embarazadas.