La ciudad yemení de Sadah al noroeste del país, fue testigo hoy de una masiva manifestación en contra del asesinato del comandante más poderoso de Irán, Qasem Soleimani, y del jefe de una de las principales milicias chiitas en Irak, Abu Madhi al Muhandis, en un ataque estadounidense en Bagdad el viernes pasado.
Con pancartas en contra de la política de Estados Unidos en la región e imágenes de los militares y milicianos asesinados el viernes, los manifestantes se concentraron para despedir al líder de la Fuerza Quds, la fuerza de operaciones especiales de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y cantaron “Dios es grande . . . América es el gran diablo”, informó la agencia iraní ABNA en su página web.
Como se escuchó en manifestaciones y funerales en Irán, Irak y el Líbano en los últimos días, Awad acusó a Estados Unidos de generar una escalada de violencia en la región, y llamó -como sus aliados chiitas- a expulsar a todas las fuerzas estadounidenses de Medio Oriente.
El viernes, poco después de conocerse la muerte de Soleimani y otros siete militares iraníes y milicianos iraquíes chiitas, el gobierno rebelde del movimiento hutí, que controla desde hace seis años la capital del país, Sanaa, y gran parte del Norte, había condenado el bombardeo estadounidense y se habían sumado al llamado a “rápidas represalias” contra la presencia norteamericana en la región.
Ayer, el Parlamento iraquí aprobó -en una sesión de urgencia- expulsar a las fuerzas estadounidenses que operan en el país, pero hoy las propias Fuerzas Armadas y el gobierno iraquíes limitaron esa decisión no vinculante.
El movimiento hutí es uno de los aliados declarados de Irán en la región y tanto Estados Unidos como Arabia Saudita consideran que su avance sobre Yemen solo se consiguió gracias al apoyo político y militar de la República Islámica.
Esta alianza se volvió aún más importante cuando Arabia Saudita lanzó una guerra contra los hutíes, que continúa hasta el día de hoy y ya causó miles de muertos y desplazados en el país más pobre de Medio Oriente.