Mucha lluvia, cielo gris y mucha adrenalina en San Isidro. La pista muy pesada le dio un matiz más dramático a la carrera. Roman Joy, quien venía de perder por medio cuerpo con Miriñaque en la Polla de Potrillos de Palermo, estableció un emotivo duelo de cabeza a cabeza en los últimos 300 metros con Imperador.
En el disco alcanzó a ganarle por medio pescuezo por el enorme rigor que tiene el jockey Eduardo Ortega Pavón. William Pereyra, jockey de Imperador, hizo una gran carrera y cayó en los últimos cinco metros. Gran adrenalina en un final de enorme suspenso.
A la punta partió Devil Camp, seguido por Imperador, Timeless Boy y Sidney Seiter. Así fueron dando la vuelta en una cancha que no estaba nada bien. Debajo del césped había muchísima agua.
En la entrada a la recta final Devil Camp perdió acción y, por los palos, surgió la figura de Don Palco, otro pupilo del entrenador Carlos Daniel Etchechoury. Don Palco se filtró por dentro y en los primeros 500 metros de la recta se puso en el primer lugar. A su lado se colocó Señor Don. Por el medio de la pista aparecieron Roman Joy e Imperador.
Cuando parecía que Don Palco se iba a ir hacia el disco de un viaje su rendimiento mermó y Señor Don se quedó con la punta por un ratito. Por media cancha la carrera quedó en un duelo muy intenso entre Imperador y Roman Joy.
Faltando 250 metros el hipódromo se llenó de gritos ante un duelo magnífico entre los dos caballos. Pareció que ganaba Imperador, pero Eduardo Ortega Pavón no pierde casi nunca estos mano a mano. Por eso Roman Joy hoy pudo festejar en San Isidro.