La Argentina se tom casi 23 aos para establecer relaciones diplomticas con la Repblica Popular China, proclamada en 1949 pero reconocida desde Buenos Aires recin en 1972, una demora que contrasta con el vnculo, clave en lo comercial y que se profundiza en lo poltico, que ambos pases exhiben en el presente, con Beijing a punto de festejar los 100 aos del Partido Comunista chino (PCCh).

Dos escenas contrastantes resumen todo lo que ocurri desde el primer congreso del PCCh de julio de 1921 -15 comunistas que se encontraron en secreto para urdir una revolucin desde una casa del barrio Xintiandi, la zona francesa de la ciudad de Shanghai, con un joven Mao entre ellos- hasta otra reunin del ao 2004, no tan trascendente pero s reveladora, cuando un Ministro del Gobierno chino de entonces, de visita en Buenos Aires, explic a un grupo de periodistas “por qu China miraba a la Argentina de modo especial”.

Uno de los cronistas que estaba presente en el encuentro, Nstor Restivo, relat en dilogo con Tlam que el funcionario chino -colaborador del anterior jefe de Estado de la Repblica Popular, Hu Jintao- plante a sus interlocutores que “de las otras dos grandes economas latinoamericanas, Mxico y Brasil, una estaba muy ligada ya a EEUU, Mxico, y la otra, Brasil, tena lazos histricos con Japn, que por entonces todava era la segunda economa detrs de la estadounidense”.

Una larga marcha desde la desconfianza inicial a una relacin privilegiada con la potencia emergente.

De ese razonamiento se desprenda que la Argentina, argument entonces el emisario de Beijing, “tena que ser la base clave para su relacionamiento con Amrica Latina”, como record ante esta agencia el periodista Restivo, quien adems es historiador, integra el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y dirige la revista DangDai, focalizada en las relaciones argentino-chinas.

Otro especialista en el pas asitico, el historiador Francisco Taiana, que vivi dos aos en Beijing y realiz una maestra en la Universidad de Oxford en la que se concentr en el estudio de las relaciones chino-argentinas a partir de 1972, comparti el mismo diagnstico, y en ese sentido asegur que “a China, por distintos motivos, sus capacidades de estrechar lazos con Brasil y Mxico se le ven considerablemente ms limitadas que con la Argentina”.

“El centenario (del PCCh) encuentra al vnculo en un momento muy bueno, los lazos han ido aumentando e intensificndose a lo largo de dcadas, pero adems Argentina y China son aliados muy compatibles, con ejes muy claros de cooperacin”, analiz Taiana, y mencion como pilares de esa sintona “la cuestin Malvinas-Taiwan, donde ambos pases se apoyan” en los foros internacionales, como tambin los acuerdos en “tecnologa nuclear, cooperacin antrtica, biotecnologa y actividad aeroespacial”.

Todo eso sin contar el comercio exterior, porque China ya es el segundo socio comercial de la Argentina, destino de buena parte de las exportaciones del sector agroalimentario, aunque la escala gigantesca que adquiri ese rubro, clave por el ingreso de divisas, implica al mismo tiempo el peligro de reprimarizacin de la economa, como reconoci a Tlam el politlogo Diego Mazzoccone, otro especialista que pas por la capital china, donde curs una maestra en Cooperacin Internacional.

“Con China hay una relacin complementaria y el gran desafo es aprovechar su mercado interno, muy grande, para exportar alimentos con valor agregado, no materias primas; alimentos con un desarrollo de valor, con marketing, packaging, adaptados a las caractersticas culturales de ese consumidor final, y eso se puede hacer, porque all se vende mucho a travs del e-commerce”, indic Mazzoccone, que dirige el Centro Latinoamericano de Estudios Polticos y Econmicos de China (Clepec).

El riesgo, insistieron los especialistas, consiste en que el pas profundice un vnculo bilateral en el que se limite a proveer materias primas y fuentes de energa sin generar valor; esa eventualidad, sin embargo, coexiste con el desarrollo de proyectos de infraestructura con participacin y financiamiento chinos, como el aprovechamiento hidroelctrico del ro Santa Cruz, donde el avance de las obras, a principios de junio, ya lleg al 22%.

Otra iniciativa ligada a la energa podra ser la construccin de una cuarta central nuclear con patrocinio de Beijing, que tendra la particularidad de ser la primera basada en uranio enriquecido, aunque el pas no domina ese tipo de combustible -s el uranio natural- y eso la pondra en el dilema de requerir regularmente importaciones de ese insumo.

Para la Argentina, ante la magnitud de la economa china, el desafo es impulsar “una poltica inteligente de insercin y complementariedad que sea beneficiosa para los dos pases”, resumi ante Tlam la abogada Mara Francesca Staiano, coordinadora del Centro de Estudios Chinos del Instituto de Relaciones Internacionales de la UNLP, ya que “ante la indecisin -avis- China concreta sus propios intereses”.

Staiano es italiana, residi en Buenos Aires y tambin en Beijing, donde vivi cuatro aos y desarroll un proyecto de investigacin en la Peking University School of Law, experiencia que le permiti llegar a la conclusin de que la Argentina debe definir “intereses de largo plazo, complementarios e inteligentes” en una estrategia conjunta con China.

La alusin al largo plazo, a la definicin de prioridades que se sostengan a travs de los aos, desnud la principal diferencia que separa al sistema chino de la condicin pendular e inestable de la poltica argentina, y en este punto, desliz Mazzoccone, est el principal problema del pas.

“Lo que podemos aprender de los chinos es la importancia que tiene la planificacin, poner objetivos a largo plazo, lograr consensos y acuerdos polticos para cumplir metas de desarrollo”, asegur y luego seal que otro aprendizaje demostrado por China es que para mejorar la calidad de vida “la prioridad tiene que ser el mercado interno”.

Esa planificacin, combinada con aspectos de la economa de mercado, fue una de las caractersticas centrales de lo que Deng Xiaoping, lder emergente de la etapa posterior a Mao e idelogo de la Reforma y Apertura de 1978, defini como el “socialismo con caractersticas chinas”.

Esa categora puede sonar imprecisa pero para Taiana y Mazzoccone consiste, simplemente, en desarrollar un modelo de desarrollo pensado para las caractersticas especficas de su propia sociedad, “y eso es clave para que sea exitoso”, acot el politlogo y director ejecutivo del Clepec.

Desde la fundacin del PCCh, de la cual se cumplirn 100 aos el prximo jueves, la historia de la Repblica Popular -triunfante en 1949 tras 22 aos de guerra civil, adems de la ocupacin japonesa- atraves por la aplicacin del marxismo leninismo bajo la concepcin de Mao, siguieron las reformas de Xiaoping, y finalmente el foco puesto en el desarrollo desde el estmulo a la ciencia y la tecnologa, con Jintao y Xi Jinping.

China se caracteriza desde hace dcadas por articular Estado, empresas estatales, empresas privadas y universidades para promover la innovacin tecnolgica”

“En slo 72 aos han logrado sacar de la pobreza a ms de 800 millones de chinos, constituyndose en el perodo de ascenso social ms importante de la historia de la humanidad, y en los ocho aos del Gobierno del presidente Xi Jinping esto se ha profundizado”, resumi el viernes, a modo de balance, el actual embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja.

Desde la Argentina, que hace un ao renov un swap (intercambio de monedas) con el gigante asitico para robustecer el BCRA y que tiene en el horizonte una demanda sostenida de granos, alimentos y energa de ese origen, la conversin de China en la gran potencia refleja “una gran oportunidad” pero, en simultneo, concluyeron los especialistas, encierra algunas lecciones.

China, que fue el segundo pas con ms muertos en la segunda guerra mundial, con 20 millones entre civiles y militares, se caracteriza desde hace dcadas por articular Estado, empresas estatales, empresas privadas y universidades para promover la innovacin tecnolgica.

No por casualidad, una de las carreras ms estudiadas es ingeniera, como refleja el dato de que el actual mandatario -Xi Jinping- es ingeniero qumico y su antecesor -Hu Jintao-, ingeniero hidrulico.

“Entre China y Argentina hay un grado de complementariedad muy grande, y las ambiciones fabriles o productivas argentinas, histricas, no slo no deberan ser un impedimento para fortalecer el vnculo, sino que al contrario, deberan propiciarlo y al mismo tiempo contribuir a un mayor y mejor desarrollo para nuestro pas”, evalu Restivo.