“Tengo fe de que vuelvo a Santa Cruz con la renuncia firmada”, dijo Camacho ante una gran concentración a los pies del Cristo Redentor, en el centro de Santa Cruz de la Sierra, la capital del departamento cruceño.

Además, el dirigente anunció que “a partir de las 5 de mañana se paralizarán todas las instituciones del Estado y se cerrarán las fronteras de forma pacífica” pero habrá “acceso a los servicios básicos, aeropuertos y servicios de salud”.

Camacho es el mismo dirigente que en la noche del sábado, ante una concentración similar, en el mismo lugar y en nombre de los comités cívicos opositores de varias regiones, dio a Morales un ultimátum de 48 horas para que renunciara a la jefatura del Estado y pidió ayuda a las fuerzas armadas.

Más temprano, Morales pidió “paz” y ordenó el despliegue de cientos de policías alrededor de la sede del gobierno en La Paz.

“Sólo hay paz cuando hay justicia social y ahí queremos decirles (a la oposición) que no vengan provocando al pueblo boliviano, a los distintos sectores sociales”, sostuvo el mandatario al inaugurar una obra en una ruta.

Morales, además, volvió a acusar de golpistas a los comités cívicos y lanzó “un llamado a defender la patria”, según la agencia noticiosa estatal ABI.

Mientras tanto, el canciller, Diego Pary, denunció un “golpe de estado en camino”, al participar de una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.

Por otra parte, luego de que esta tarde se informara que Morales tuvo que aterrizar de emergencia porque el helicóptero presidencial tuvo un problema técnico, cientos de policías antidisturbios comenzaron a rodear la Casa Grande del Pueblo y el Palacio Quemado -la actual sede del gobierno y la anterior-, en La Paz.

Tras conocerse el suceso, Morales dijo en un mensaje en Twitter que “luego de inaugurar el camino en Colquiri, tuvimos un incidente con el helicóptero que será debidamente investigado”.

Ya a la mañana, La Paz había amanecido con barricadas en distintas calles clave y algunas escenas de violencia entre choferes y manifestantes. La zona sur, en la que más puntos de bloqueo instaló la oposición durante este tiempo, incluidos los fines de semana, presentaba barricadas reforzadas con llantas, piedras y maderas.

A lo largo del día, las protestas contra el presunto fraude del gobierno se trasladaron frente a instituciones públicas en varias ciudades como Sucre, la otra capital del país y sede del Poder Judicial.

Los accesos a instituciones como el Tribunal Constitucional y la Fiscalía General del Estado quedaron afectados por protestas y bloqueos en esa ciudad.

Además, otra protesta obligó al cierre de sucursales del estatal Banco Unión en varias ciudades.

Después de un largo e interrumpido escrutinio, las autoridades electorales nacionales dieron como ganador de las elecciones del 20 de octubre a Morales en primera vuelta por obtener más de 40% de los votos y una diferencia superior a 10 puntos porcentuales sobre su principal rival, el ex mandatario Carlos Mesa.

Pero las interrupciones en el escrutinio sembraron dudas en la campaña de Mesa, de la mayoría de la oposición e, incluso, de parte de la comunidad internacional.

Para frenar la ola de protestas y la huelga declarada por los comités cívicos en las zonas de mayoría opositora, Morales aceptó que la Organización de Estados Americanos (OEA) realizara una auditoria especial, una propuesta que la organización hemisférica aceptó, pero Mesa y los cívicos no.

Ayer, Comunidad Ciudadana (CC), la coalición que postuló a Mesa, aclaró que no fue consultada por los comités cívicos de Santa Cruz y los otros departamentos de mayoría opositora antes del anuncio de su ultimátum, y destacó que no comparte esa decisión.

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201911/405834-bolivia-vencido-el-ultimatum-su-autor-dijo-que-le-pedira-personalmente-la-renuncia-a-evo-morales.html

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