La Presidencia publicó un breve comunicado en el que indica que la decisión fue adoptada a petición del primer ministro en funciones, Saad Hariri, quien reclamó más tiempo para analizar las negociaciones, según informó la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
La dimisión de Hariri, presentada en octubre, sólo se hará efectiva cuando Aoun designe un sustituto para solucionar la parálisis reinante en Líbano, cuya economía atraviesa su peor momento desde el final de la guerra civil en 1990.
Esta es la cuarta vez, desde la dimisión de Hariri, que el presidente pospone el nombramiento de un primer ministro, que debe ser musulmán suní, según el sistema confesional que rige en el país mediterráneo desde el final de la guerra civil libanesa (1975-1990).
Hariri dimitió el pasado 29 de octubre presionado por el movimiento civil que se vive desde el 17 de ese mes en contra de la corrupción del gobierno y de toda la clase política, en unas protestas que continúan hasta ahora, según informó la agencia de noticias EFE.
Este fin de semana subió el nivel de violencia de las protestas -generalmente pacíficas- en las que los manifestantes han coreado en contra de la vuelta de Hariri al puesto, tal y como se ha barajado en estos últimos días.
La elección del primer ministro y la formación del gobierno es la primera condición impuesta por la comunidad internacional y la ONU para ayudar al país en la profunda crisis económica que atraviesa, lo que ha convertido al Líbano en uno de los países más endeudados del mundo, pues acumula una deuda de 86.000 millones de dólares, alrededor del 150% del PIB.
El líder del grupo chiita libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, aseguró el pasado viernes en un discurso televisado que la formación del gobierno “no iba a ser fácil” e indicó que, aunque apoya a Hariri, no está de acuerdo con las condiciones fijadas para el nuevo gabinete.
Hariri busca un gobierno de tecnócratas, mientras que las demás principales corrientes políticas quieren que se componga de políticos y expertos en las mismas proporciones, tal y como expresó Aoun.
El coordinador de la ONU en Líbano, Jan Kubis, insistió durante los últimos días en la formación “urgente” de un “competente e inclusivo gobierno, además de apoyado por el pueblo”.
El pasado 11 de diciembre, miembros del Grupo de Apoyo Internacional para el Líbano, auspiciado por Francia y la ONU, se reunieron en París y fijaron una hoja de ruta de apoyo para el país mediterráneo, pero que tenía que pasar primero por la formación “lo más pronto posible” del gobierno.
Ese grupo está formado por China, Egipto, Alemania, Italia, Kuwait, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos, así como entidades europeas y de la Liga Árabe, entre otros.