Al día de hoy y debido a la censura del gobierno chino, no se sabe cuántas personas murieron la noche del 3 al 4 de junio en la plaza central de Beijing. Algunos hablan de cientos, otros de miles.
“El gobierno fue decisivo al parar la turbulencia”, dijo el ministro, cuando la prensa internacional le preguntó por el aniversario de la masacre en el foro anual del Diálogo de Shangri-la, según reprodujo el canal de televisión australiano ABC y citó la agencia de noticias EFE.
No es usual que funcionarios chinos hablen sobre la represión de Tiananmén. Sin embargo, Wei Fanghe aseguró este domigo: “había una agitación política que el gobierno central tenía que suprimir, lo que fue la política correcta”.