Casi el 45 por ciento de los casos de presos fallecidos en los últimos diez años en las cárceles federales corresponden a hechos violentos, que alcanzan los registros más altos en los penales de Villa Devoto, Ezeiza y Marcos Paz, según datos de la Procuración Penitenciaria de la Nación.
El número de presos que murieron de forma violenta en penales federales “es mayor” al que registran otros países de la región “como Brasil o Uruguay” o “al que indica el Consejo de Europa para las cárceles de ese continente”, admitió hoy el jefe del Área de Investigaciones sobre Fallecimientos en Prisión de la Procuración, Ramiro Gual, al ser consultado por Télam.
Se trata de datos elaborados por la PPN entre 2009 y el 2018, período en el que se registraron 425 muertes en las cárceles del Servicio Penitenciario Federal (SPF), pero 189 de ellas ocurrieron en como consecuencia de episodios violentos que incluyen a suicidios, homicidios, accidentes y lesiones durante amotinamientos o protestas.
“Cuando se comenzó a elaborar la estadística, en el 2009, los fallecimientos violentos representaban el 30 por ciento de las muertes bajo custodia del Servicio Penitenciario Federal, y ese porcentaje se elevó prácticamente en un cincuenta por ciento durante el último período registrado, en 2018”, dijo el funcionario.
Las cifras surgen del informe anual elaborado por el organismo y que fue presentado por su titular, Francisco Mugnolo.
Gual señaló que “esto permite identificar algo distintivo del Servicio Penitenciario y es que la prisión federal en Argentina se gobierna principalmente a través de la violencia”, y calificó las muertes bajo custodia “como una de las principales violaciones a los Derechos Humanos dentro de las cárceles”.