La capitana de la embarcación, Carola Rackete, indicó que el barco resultó “abordado por agentes que han impedido que atraque en el puerto”.
La responsable de la embarcación podría enfrentarse a una pena de hasta 15 años de prisión por contravenir las directrices dadas por la Guardia de Finanzas.
Rackete, además, explicó que los agentes supervisaron los pasaportes de la tripulación y se encuentran a la espera de recibir instrucciones de sus superiores.
“Espero de verdad que bajen a los migrantes cuanto antes”, dijo la capitana, según el diario local Repubblica.
La voz de alarma fue dada poco antes por una patrulla de la Guardia de Finanzas cuando la embarcación entró en aguas italianas, tras 14 días en el Mediterráneo a la espera de autorización para poder atracar.
Palermo si mobilit per #SeaWatch che sta esercitando il diritto alla vita e alla sopravvivenza, quello che un diritto umano inalienabile. Quello che inaccettabile il blocco e questa maschera disumana del Governo Italiano. pic.twitter.com/GL1NFX3jQp
— Leoluca Orlando (@LeolucaOrlando1) 26 de junio de 2019
Horas antes, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, había recalcado que ninguno de los migrantes a bordo del barco podrá desembarcar en Italia a menos que otros países de la UE se comprometan a aceptarlos. “No desembarca nadie, a menos que alguien se haga cargo inmediatamente de quienes desembarcan” para hacerlos llegar a Países Bajos, Alemania o Bruselas, advirtió Salvini, visiblemente molesto con la decisión de la ONG de entrar en aguas territoriales italianas.