A 48 horas de la victoria en las urnas, los socialistas españoles insistieron hoy en que su intención es formar un gobierno monocolor, aunque dejan abiertas todas las opciones, incluida una coalición con Unidas Podemos, para negociar después de las elecciones municipales, regionales y europeas del 26 de mayo.
“La vocación es gobernar en solitario y (el PSOE) tiene un grupo parlamentario estable. Existen fórmulas como la geometría variable”, dijo la vocera del Ejecutivo, Isabel Celaá, en conferencia de prensa tras la primera reunión del consejo de ministros con el gobierno en funciones.
Con un mayoría relativa de 123 diputados frente a los 85 actuales, casi el doble que el Partido Popular (PP) de Pablo Casado, la segunda fuerza con 66 diputados, Sánchez se muestra reforzado y no tiene prisa para iniciar las negociaciones en busca de los apoyos que necesita para ser investido y formar un nuevo gobierno.
Inmediatamente después de conocer los resultados y pese a haber perdido terreno, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, pidió a Sánchez trabajar para formar “un gobierno de coalición progresista”.