Los japoneses votaron ayer para renovar la composición de la mitad de la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento), con un mandato de seis años y con funciones menos importantes que la Cámara de Representantes, de la que surge el primer ministro.
De los 124 escaños que estaban en juego, el Partido Liberal Democrático de Shinzo Abe y su aliado político, el grupo budista Komeito, lograron un total de 71, lo que le da a esa coalición la mayoría en la Cámara Alta, donde contará con 141 de 245 escaños.
Considerando las bancas que no se renovaban, independientes y otra formación política que han apoyado la reforma constitucional, Abe reúne 160 escaños, cuatro por debajo de los que necesita para impulsar la enmienda, citó la agencia de noticias EFE.
El objetivo de Abe es reformar la Constitución, aprobada después de la II Guerra Mundial, para cambiar su carácter pacifista y con el fin de que sus fuerzas militares, ahora Fuerzas de Autodefensa, tengan un papel más activo.
Esa enmienda tiene que ser aprobada por las dos cámaras y sometida posteriormente a referéndum. En la Cámara baja, Abe y sus aliados ya tienen los dos tercios de los votos, algo que no consiguieron replicar en en la Alta.
“Quiero mostrar el liderazgo para que se pueda discutir la reforma y hacer un borrador que pueda conseguir el voto de los dos tercios entre los partidos gobernantes y la oposición”, afirmó hoy Abe en una rueda de prensa para valorar los resultados de la votación e insistir con su iniciativa.
“Se necesita discutir suficientemente el tema”, insistió.
La participación en los comicios fue la segunda más baja desde el final de la II Guerra Mundial, ya que votó sólo el 48,8% del censo electoral, ligeramente por encima del 44,52% de los comicios de 1995.