El terceto rockero Acorazado Potemkin celebró en una misma noche de alta combustión sonora y emocional en la disco porteña Niceto la presentación de “Piel”, su flamante cuarto disco que lanzó en el marco de una década de incesante y creciente actividad.

La banda que sostienen Juan Pablo Fernández (voz y guitarra), Luciano Esain (batería) y Federico Ghazarossian (bajo) mostró en estos 10 años una propuesta estética que resumió anoche en un vertiginoso viaje de poco más de 90 minutos.

La década rockeada del power trío formado en 2009 se desplegó en una escena independiente que elige como ámbito de pertenencia y desarrollo y no a modo de condena que le impide ser.

Allí el conjunto no solamente ya plasmó una obra con cuatro discos (“Mugre”, de 2011, “Remolino”, de 2014, “Labios del río”, de 2017 y “Piel”, publicado a fines de 2019) sino que construyó un sonido musical y lírico que lo distingue.

Acorazado Potemkin suena poderoso y cada vez apuesta por un mejor sonido en vivo como el que anoche lució en Palermo y no deja de interpelar al escucha a partir de historias de personas con alrededor de medio siglo de vida con una carga emocional y política que no es la de la eterna adolescencia que parece ser el único tiempo permitido en el género.

Entonces cada quien vuelca sus andares (Fernández en Pequeña Orquesta Reincidentes, Esaín en Motorama y aún en Valle de Muñecas y Delta Jazz Band y Ghazarossian en Don Cornelio, Los Visitantes y todavía en Me darás mil hijos) para servir un menú común rabiosamente amoroso.

No es que el trío carezca de una fórmula para construir su discurso pero esa mistura de letras con fundamento y una sonoridad portentosa sigue ganando espacio y llenó Niceto en un viernes de inicio de un fin de semana largo que dejó despoblada una zona de la ciudad con una alta actividad nocturna.

La apertura de la velada estuvo a cargo de la trovadora mendocina Mariana Päraway quien desde las 21 combinó su guitarra y su estupenda voz con bases pregrabadas en un set de ocho canciones propias.

En su set descolló “Vidala del desamor” y lo remató con un fragmento de un poema de Ariell Carolina Luján (una de las denunciantes del rockero Cristian Aldana, condenado a 22 años de prisión por abuso sexual) inserto en su canción “Sirena”.

Al filo de las 22 y ante una audiencia mayoritariamente contemporánea a los integrantes de la banda, Juan Pablo avisó: “vamos a hablar ahora así después no hablamos más. Venimos trabajando para esto. Buenas noches, esto es Acorazado Potemkin”.

Y con esa carga energética puso a saltar a la audiencia con un bloque casi sin respiro que reunió a “Sheriff” y “A la encandilada” (los dos temas que abren “Piel”) con “Desayuno” y “Desert” (ambos del inaugural “Mugre”).

Sumando ocasionalmente los aportes del violín eléctrico en manos de Christine Brebes, llegó otro tramo más psicodélico con tres piezas más de “Piel” (“Calesita”, “Una oración más” y “Vecino”) y el notable “Flying Saucers” (de “Labios del río”) para el que se sumó el canto de Päraway.

La nómina con 24 canciones que incluyó la docena de novedades tuvo pasajes de excepción a partir de “Piel” en el pasaje romántico que conectó a “María” con “El arca”.

Y también se lució en los dos cierres, el formal con “Pañuelos” (“Me tuve que tapar la cara/para que me veas/Me tuve que poner un pañuelo/para que te des cuenta”) y el definitivo al final de los bises con “Umbral” (“Mi reloj se apagó/de chiquito uno se aprende a defender/caminar junto a vos/es la ilusión de que podemos atacar”).

Capaz de prescindir de “La mitad”, su canción más difundida, el repertorio propuesto repuso piezas como las desgarradoras “Pintura interior” y “Las cajas” y las machacantes “El rosarino”, “A lo mejor” y “Santo Tomé”.

Ya en el segmento de despedida el ritual promovió los mayores agites de la mano de “El pan del facho” y “Los muertos” dándole más elementos a un concierto rotundo.

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Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/202002/434286-acorazado-potemkin-10-anos-en-una-noche-en-piel-viva.html

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