
“La barra para la aprobación regulatoria será alta”, agregó el funcionario citado por The New York Times durante un evento en el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en Basilea, donde el grupo de trabajo del G7 en las llamadas stablecoins se reunió para discutir los problemas regulatorios de las nuevas monedas digitales.
La más conocida de estas stablecoins es la Libra, la criptomoneda impulsada por Facebook y un grupo de 28 empresas -propuesta para empezar a funcionar en 2020-, que cuenta con respaldo en dólares, euros y yenes, entre otras divisas.

El hecho de que estén respaldadas en monedas soberanas les otorga una estabilidad que las diferencia de las fluctuaciones de cotización que tienen otras criptomonedas, como el Bitcoin.
Pero la masividad que podría adquirir Libra una vez que se lance -montada sobre la base de los más de 2.200 millones de usuarios que tiene Facebook en todo el mundo- la vuelve una preocupación para las autoridades monetarias, que advierten sobre peligros como el posible impacto en el sistema financiero o su potencial uso para lavado de dinero.