Un tribunal paquistaní sentenció hoy a muerte en ausencia al ex presidente y general retirado Pervez Musharraf bajo el delito de “traición”, por encabezar un intento de golpe de Estado, en el primer caso de este tipo en Pakistán, un país que fue gobernado la mitad de su historia por dictadura y donde las Fuerzas Armadas son consideradas inmunes judicialmente.
El fallo del Tribunal Especial Antiterrorista integrado por tres jueces, señala que la condena por traición se debe a que Musharraf suspendió el orden constitucional e impuso un estado de emergencia entre el 3 de noviembre y el 15 de febrero de 2007.
“Ahora tenemos el derecho de apelar el veredicto ante el Tribunal Supremo”, agregó Akhtar Shah, abogado del mandatario de 76 años que permanece autoexiliado desde que se levantó una prohibición de viajar en 2016, lo que le permitió buscar tratamiento médico en el extranjero.
Desde entonces, ha pasado la mayor parte de su tiempo entre Dubai y Londres, informó la agencia de noticias DPA.
Además de este caso, el ex militar se enfrenta a varias acusaciones, como la de no haber protegido la vida de la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en 2007.
Su caso por traición comenzó en 2013, cuando fue acusado de imponer el estado de excepción y decretar la detención de decenas de jueces por el gobierno del entonces primer ministro Nawaz Sharif, precisamente el mandatario a quien Musharraf echó del poder en un golpe de Estado en 1999.
Tras su retorno al poder en 2013, Sharif le prohibió la salida del país de Musharraf por la denuncia de alta traición, una prohibición que levantó en 2016 el Tribunal Supremo.
El militar ocupó la presidencia del país entre 2001 y 2008, año en que se vio obligado a abandonar Pakistán.
El 5 de octubre pasado, la prensa internacional informó que Musharraf preparaba su regreso a la política una vez que mejorara su salud, y que incluso el militar analizaba revivir su partido político, la Liga Musulmana de Todo Pakistán.
Fumador de cigarros y gran bebedor de whisky, Musharraf fue un aliado clave de Estados Unidos durante la “guerra contra el terror” (la campaña militar lanzada por Washington tras los ataques del 11 del septiembre del 2001 en Nueva York y Washington DC), y escapó de al menos tres intentos de asesinato de Al Qaeda durante sus años en el cargo.
Su gobierno no enfrentó desafíos serios hasta que intentó despedir al presidente del Tribunal Supremo en marzo de 2007, lo que provocó protestas en todo el país y meses de agitación que llevaron a la imposición de un estado de emergencia.
Tras el asesinato en diciembre de 2007 de Bhutto, el estado de ánimo nacional se tensó aún más y Musharraf quedó aislado por las devastadoras pérdidas sufridas por sus aliados en las elecciones de febrero de 2008.
“He luchado en varias guerras por Pakistán, espero obtener justicia”, declaró a principios de mes Musharraf, en un video grabado en el Hospital Americano de Dubai, donde se encontraba internado por problemas del corazón.