La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) inició en Buenos Aires su 61° período de sesiones extraordinarias para revisar el cumplimiento de sentencias contra el Estado argentino, con un acto en el que el presidente de ese tribunal, Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot, consideró al país “pionero” en su adhesión al sistema internacional de defensa de los derechos humanos.
La ceremonia de apertura de las sesiones, que se realizó en el Palacio de Justicia, fue encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, quien destacó los progresos de los mecanismos de protección de los “derechos fundamentales”, a los que consideró clave para el “fortalecimiento de las democracias modernas”.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, exhortó a “seguir avanzando en el fortalecimiento de los derechos humanos sin miradas políticas, partidarias ni ideologizadas” para “construir herramientas que sirvan a cada uno de los habitantes de la Nación”.