La Jefa Ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, reconoció hoy tras una reunión con líderes empresariales que las semanas de protestas han asolado la economía del territorio chino “como un tsunami”.
Las marchas, que comenzaron a fines de marzo, iban inicialmente dirigidas contra un polémico proyecto de ley de extradición de detenidos a la China continental -en lo que, según la oposición, podría comportar una violación de los derechos de los detenidos por falta de garantías judiciales- y acabaron convirtiéndose en un grito multitudinario contra lo que consideran un gobierno completamente alineado con los designios de Beijing.
En opinión de la dirigente, estas protestas causaron un daño mayor a la economía del territorio que el provocado durante la crisis económica mundial de 2008 y la epidemia de síndrome respiratorio agudo grave (SARS), que mató a casi 300 personas en 2003.