Una inesperada discusión sobre el proceso de nominación de los altos cargos institucionales se ha colado en las negociaciones para las elecciones europeas de fines de mayo que desarollan los principales líderes del continente.
Al término de una cumbre informal realizada este viernes en la ciudad rumana de Sibiu, el jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió a los líderes responsabilidad para que el proceso sea “rápido, fácil y efectivo” y expresó su intención de que las nuevas autoridades queden definidas en la próxima cumbre europea del 20 de junio.
Los cargos a renovar son la presidencia de la Comisión Europea (CE), el Consejo, el Banco Central Europeo (BCE) y el alto representante para la Política Exterior.
Pero lo que resta definir es si la elección será directa o si será el Consejo Europeo el que tenga la última palabra.
En la Eurocámara, la decisión está dividida: mientras un grupo defiende el sistema de Spitzenkandidaten (un candidato principal que asumiría el puesto de manera directa tras las elecciones), otros promueven que las autoridades sean elegidas por el parlamento y confirmadas por el Consejo.