Lindh, de 38 años, fue liberado de la prisión federal en Terre Haute, en el Estado de Indiana, según la Oficina Federal de Prisiones, donde estuvo recluido tras declararse culpable de brindar apoyo a los talibanes.
El acuerdo de culpabilidad imponía una sentencia de 20 años, pero Lindh logró salir unos años antes por buena conducta.
Recientemente, una jueza puso restricciones adicionales a la supervisión posterior a la liberación de Lindh, en medio de preocupaciones de que el talibán aún albergue ideología radical.
Estas restricciones, a las que Lindh inicialmente se opuso pero finalmente aceptó, incluyen software de monitoreo en sus dispositivos de Internet; exigiendo que sus comunicaciones en línea se realicen en inglés y que se someta a asesoramiento de salud mental. También tiene prohibido poseer y ver “material extremista”, tener pasaporte de cualquier tipo y salir de Estados Unidos.