A lo largo de 18 años de guerra, los talibanes de Afganistán han demostrado ser una amenaza mayúscula para cualquier gobierno afgano, una fuerza de combate formidable que no ha podido ser vencida ni siquiera por el Ejército más poderoso del planeta.

Los talibanes también amenazan la estabilidad del vecino Pakistán, donde han seguido cometiendo frecuentes atentados suicidas, pese a una gran ofensiva en curso contra ellos desde 2014 en las zonas que controlan en el noroeste del país.

Los talibanes pertenecen a la etnia pashtún, numerosa en Afganistán y Pakistán y que habla una lengua común, el pashto.

Un antecedente de dos décadas

Afganistán ya estaba en guerra desde hacía 20 años cuando comenzó la ofensiva y la invasión de Estados Unidos, en octubre de 2001.

En 1979, un año después de un golpe de Estado, el Ejército soviético invadió Afganistán para apoyar a su gobierno comunista.

El Ejército rojo enfrentó un movimiento de resistencia -los muyahidines, literalmente “yihadistas”- apoyado por Estados Unidos, Pakistán, China y Arabia Saudita, entre otros países.

En 1988, las tropas soviéticas se retiraron pero la guerra civil continuó, y en ese caos fue que surgió el movimiento talibán, palabra que significa “estudiantes” en pashto.

El movimiento empezó a hacerse conocido en zonas del norte de Pakistán y del suroeste de Afganistán en 1994.

Prometieron combatir la corrupción y mejorar la seguridad y los servicios, justo cuando muchos afganos empezaban a estar cansados de los excesos de los muyahidines y de la violencia de la guerra civil.

Se cree que el movimiento se originó en escuelas religiosas islámicas, la mayoría de ellas financiadas por Arabia Saudita, en las que se predicaba una versión ultraconservadora del islam.

Los talibanes comenzaron a observar su propia interpretación de la ley islámica, la Sharia, que incluía brutales castigos corporales a los pecadores.

Los hombres estaban obligados a llevar barba y las mujeres a usar la burqa, una vestimenta que les cubre todo el cuerpo.

También prohibieron la televisión, la música y el cine y desaprobaron la educación de las niñas.

Desde el suroeste de Afganistán, los talibanes empezaron a extender su influencia rápidamente.

En 1995 conquistaron la provincia de Herat, fronteriza con Irán, y un año más tarde tomaron Kabul, la capital afgana, tras derrocar al presidente Burhanuddin Rabbani. Para 1998 controlaban el 90% de Afganistán.

En el poder

Ya en el Gobierno, fueron acusados de violaciones a los derechos humanos y de aberraciones culturales, como la destrucción de las famosas estatuas de buda de Bamiyán, en el centro de Afganistán, pese a gran revuelo internacional.

Las cosas comenzaron a cambiar para los talibanes a partir de los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Los talibanes se negaron a entregar al líder de Al Qaeda y el responsable de los ataques en Estados Unidos, Osama Ben Laden.

Un mes más tarde, Estados Unidos comenzó una ofensiva a la que luego se sumaron otros países y que derrocó rápidamente a los talibanes.

Su líder, el mullah Mohammad Omar, no fue capturado y se mantuvo oculto hasta su muerte, en 2013.

Los talibanes revelaron su fallecimiento recién en septiembre de 2015, cuando anunciaron su reemplazo por quien había sido su segundo hasta entonce, el mullah Mansour.

Mansour fue muerto en un ataque de un dron estadounidense en mayo de 2016 y sucedido por su lugarteniente Mawlawi Hibatullah Akhundzada.

En junio de 2013, los talibanes abrieron una oficina política en Qatar para negociar con el gobierno afgano. La primera conversación no ocurrió hasta 2015, pero luego colapsó todo el proceso en medio de gran desconfianza mutua.

En febrero de 2019, el movimiento islamista y Estados Unidos iniciaron negociaciones en Qatar, y un año después acordaron firmar un acuerdo de paz el 29 de febrero.

El acuerdo contempla una retirada gradual de los alrededor de 12.000 soldados estadounidenses aún desplegados en Afganistán y conversaciones entre los talibanes y el gobierno afgano en busca de una paz definitiva.

Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/202002/435987-talibanes-afganistan.html

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