La histórica Confitería del Molino reabrirá sus puertas este sábado para exhibir los avances en las obras de restauración que se llevan a cabo hace más de un año, entre las que se encuentran la puesta en valor del Salón Principal del primer piso.
El majestuoso salón de fiestas de 832 metros cuadrados con piso de madera, seis imponentes columnas que renovadas con estuco o ‘falso mármol’, la reparación total del cielo raso y la recuperación e instalación de iluminarias históricas, son algunas de las tareas finalizadas en este edificio próximo a cumplir 103 años.
En este mismo salón se restauró casi por completo la baranda de un pequeño escenario construido a poco más de dos metros de altura donde tocaba la orquesta encargada de la musicalización de las fiestas que, en la época de mayor esplendor de la confitería, organizaban las familias porteñas más tradicionales.
“Sólo teníamos el esqueleto de la baranda, pero faltaban los bordes y el rosetón central, todo de bronce, partes que pudimos reconstruir gracias a las fotos que aportaron los vecinos”, explicó Nazarena Aparicio, coordinadora del equipo de restauración, durante un recorrido realizado por Télam, y remarcó que “el rosetón grande se hizo con una foto de un cumpleaños de 15”.
“No fue fácil, la foto estaba centrada en la cumpleañera, pero se veía de fondo el rosetón. Gracias a ampliaciones y a un equipo especializado logramos saber cómo era basándonos en las luces y las sombras”, agregó.
La tradicional confitería, inaugurada el 9 de julio de 1916, se convirtió en un ícono de la arquitectura.
Las columnas del salón “Gran Molino” fueron restauradas con estuco, una técnica que data de principios del renacimiento.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201907/378570-el-molino-confiteria-visita.html