“El primer ministro pidió que se activen todos los canales diplomáticos para exponer al brutal régimen fascista indio”, informó la oficina del jefe de gobierno pakistaní, Imran Khan, en un comunicado en el que detalló las medidas tomadas.
La suspensión del comercio bilateral no representará un golpe importante para ninguna de las dos economías -el año pasado, este vínculo solo supuso 2.000 millones de dólares, según el Banco Central-, pero la revisión de otros acuerdos políticos hace temer una mayor escalada entre las dos potencias nucleares.
Khan se reunió hoy con su Consejo de Seguridad Nacional, el canciller Shah Mahmood Qureshi y la cúpula militar, incluido el jefe del Ejército, el general Qamar Javed Bajway, para discutir cómo responder a la nueva ley india que convierte a la hasta ahora región autónoma en dos estados de la unión, regidos por las mismas leyes que el resto del país.
Además de las medidas diplomáticas, Khan le pidió al líder militar que “continúe vigilante”, una orden que se conoció un día después de que el Ejército paquistaní prometiera “hacer todo lo posible” para defender a los musulmanes de Cachemira.