El último incendio arrasó esta semana 39.000 hectáreas en dos grandes focos en el Pantanal paraguayo, que ya han sido extinguidos, pero la previsión de un cambio en la dirección del viento amenaza con traer de vuelta el fuego desde Brasil y Bolivia.
“El Pantanal es un ecosistema complejo, frágil y en alto riesgo porque se está transformando de un humedal a un sistema productivo”, alertó a Efe Larissa Rejalaga, una de las ingenieras forestales que dirige las estudios de monitoreo por satélite de los incendios en Paraguay.
La docente de la UNA reconoció que actualmente hay un “riesgo muy alto” de que se produzcan nuevos incendios en el norte del país, ya que finales de agosto es el período en el que los agricultores realizan las quemas de rastrojos para adelantarse a la época de lluvias. “Esto es el inicio de una temporada que va a ser mucho peor”, agregó la especialista.