
Rusia desplegó tropas en el norte de Siria, en un movimiento para evitar que las tropas sirias y las turcas se enfrenten directamente mientras crecen las tensiones dentro de la OTAN por el desafío de Turquía, miembro de la alianza, a la condena de sus socios.
En el séptimo día de invasión turca en Siria y tras ocho años de guerra en el país árabe, las alianzas vuelven a modificarse a la vez que se rediseña el mapa de un territorio clave en la batalla energética.
Rusia movilizó sus fuerzas para ocupar el vacío que quedó con la salida de las tropas de Estados Unidos, antiguas aliadas de los kurdos sirios en su batalla contra el grupo radical Estado Islámico (EI), en el noreste de Siria. Los kurdos sirios, que para defenderse de Turquía se vieron obligados a descuidar la seguridad de los campos de detenidos del EI en el noreste del país, pidieron ayuda al presidente sirio, Bashar al Assad, aliado de Moscú.
El ministerio de Defensa de Rusia informó que sus tropas estaban custodiando las lineas de frente de la ciudad de Manbij, antiguamente ocupada por Estados Unidos, para evitar que los soldados turcos y los sirios se enfrenten.
“Nadie está interesado” en posibles combates entre las tropas del gobierno sirio y las fuerzas turcas, dijo el enviado de Rusia a Siria, Alexander Lavrentyev, en declaraciones a las agencias de noticias estatales rusas. “Rusia no lo va a permitir”, aseguró, y confirmó que la semana pasada líderes kurdos mantuvieron conversaciones con representantes del gobierno sirio en una base militar rusa.
Sin embargo, los combates estallaron cerca de Manbij, una ciudad que Turquía siempre ha querido arrebatarle a los kurdos. Un soldado turco murió y otros ocho resultaron heridos en un ataque con mortero, informó el ministerio de Defensa de Turquía y agregó que en un ataque de represalia “neutralizó” a unos 15 combatientes kurdos.
Fuente: http://www.telam.com.ar/notas/201910/400257-rusia-siria-turquia-ataques-kurdos.html