El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, admitió hoy que mantiene su desconfianza hacia el partido de izquierda Unidas Podemos, lo que aleja la posibilidad de un acuerdo que salve su reelección y evite unas nuevas elecciones en España en noviembre.
“La desconfianza entre el Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos continúa y es recíproca”, afirmó Sánchez en conferencia de prensa tras reunirse con el rey Felipe VI en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca, con motivo del tradicional despacho veraniego del presidente del gobierno con el monarca.
El líder socialista cumplió 100 días como presidente del gobierno en funciones, tras ganar las elecciones del 28 de abril último sin mayoría absoluta y luego de haber fracasado en su intento por conseguir el respaldo del Parlamento a finales de julio al frustrarse un acuerdo con Unidas Podemos, la cuarta fuerza y única que puede garantizar su continuidad en el poder.
Sánchez tiene tiempo hasta el 23 de septiembre para lograr los pactos necesarios para superar con éxito un nuevo intento de investidura o España se verá abocada de forma automática a unas nuevas elecciones.
Unidas Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias, sigue siendo el socio indispensable del PSOE para lograr la reelección de Sánchez, quien también necesita de acuerdos con partidos minoritarios como los nacionalistas vascos del PNV o los independentista catalanes.
“De tantas veces decir (Unidas Podemos) que desconfía del PSOE he acabado por desconfiar yo también de las posiciones del señor Iglesias y de Unidas Podemos”, dijo Sánchez.
“Desconfianza en quien le hizo presidente y con quien pactó los presupuestos más sociales de la democracia. La enésima excusa para seguir buscando el acuerdo con (Albert) Rivera o llevarnos a elecciones”, respondió el dirigente de Unidas Podemos Pablo Echenique vía Twitter.
“Sánchez debería hacer los deberes, trabajarse los apoyos y dejar de buscar excusas”, añadió.
Previo a este encuentro con Sánchez el rey Felipe VI aseguró que lo mejor es que los partidos encuentren una “solución” al bloqueo político antes de ir a nuevos comicios.
Iglesias sigue buscando un gobierno de coalición, mientras los socialistas pretenden gobernar en solitario, con un “acuerdo programático” que negocia con organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y empresarios.