La investidura de Pedro Sánchez como líder de España se complicó hoy aún más luego de nuevos movimientos políticos tras la asunción de la nueva alcaldesa de Barcelona, que pusieron en riesgo los apoyos que necesita el dirigente socialista para asumir el cargo.
El PSOE de Sánchez ganó las elecciones del 28 de abril pero sin mayoría absoluta, y la semana pasada llegó a un principio de acuerdo con el izquierdista Unidas Podemos en su búsqueda de los avales que precisa en el Congreso para garantizar su investidura.
El conservador Partido Popular (PP) y los liberales de Ciudadanos han anunciado su veto a Sánchez, quien se presentará al pleno de investidura, previsto para la primera quincena de julio, haya conseguido o no los apoyos necesarios, según dijo hoy un vocero.
El PSOE, sin embargo, sigue presionando al PP y a Ciudadanos, de Albert Rivera, para que faciliten la reelección de Sánchez con su abstención.