
El presidente catalán, Quim Torra, reclamo hoy presión a la “comunidad internacional” para forzar a España a abordar una “solución dialogada” al conflicto político de Cataluña, tras el estallido de protestas multitudinarias en toda la norteña región a raíz de las condenas “injustas y desproporcionadas” contra los líderes del fallido intento de secesión de 2017.
El fallo del Tribunal Supremo español contra los 12 dirigentes políticos y sociales juzgados por el fallido proceso de secesión que tuvo lugar hace dos años inauguró ayer una nueva etapa de lucha para el movimiento independentista catalán, que tiene al gobierno regional encabezado por Torra como uno de sus principales pilares.
“Queremos una solución dialogada y que se acepte el derecho a la autodeterminación”, dijo hoy el presidente secesionista catalán en una conferencia de prensa con medios extranjeros -entre ellos Télam- en Barcelona, tras reiterar que “la represión no frenará nunca” las aspiraciones del movimiento independentista.
Torra volvió a expresar su “rechazo e indignación” ante la sentencia del Supremo, que condenó a “gente pacífica que no cometió ningún crimen” a un total de casi 100 años de prisión por delitos de sedición, en referencia a la suma de las penas de nueve dirigentes que esperaban condena ya encarcelados.
“El veredicto del Tribunal Supremo llegará a Europa y a Naciones Unidas. Es un veredicto que va en contra del derecho de asamblea, manifestación, pensamiento”, denunció, y consideró que se están atacando los “derechos y libertades” de todos.
El Estado español “utiliza la represión de la forma en que lo hace una dictadura”, sostuvo, y subrayó que “el problema va más allá de nuestras fronteras, y nadie puede estar impasible”, ya que “la democracia debe siempre ganar por encima de la represión”.
A su lado, Alfred Bosch, el jefe de la diplomacia catalana, especificó el reclamo del gobierno regional ante la prensa internacional: “pedimos diálogo, sentarnos y hablar”.
“No hay otra solución, meter a la gente en prisión empeora las cosas, por eso pedimos a la comunidad internacional que presione al gobierno de Pedro Sánchez”, remarcó Bosch, tras admitir que la llegada al poder del líder socialista “movió ciertas esperanzas” pero luego “no hizo nada”.
“Dialogar es una solución en el siglo XXI. A través del castigo y la venganza nada se va a resolver”, añadió.