
Los israelíes empezaron a votar hoy en las elecciones generales, las segundas en cinco meses, que se desarrollan entre el temor a una baja participación, una paridad registrada por las encuestas, y la duda sobre si el resultado pondrá fin a una década de hegemonía de Benjamin Netanyahu, actual primer ministro en funciones.
Cerca de 6,4 millones están habilitados a votar en estas elecciones que se desarrollan en una jornada de feriado con transporte público gratuito para que la población de mayor de edad pueda acceder fácilmente a las más de 10.000 urnas repartidas por el país y en asentamientos judíos en Jerusalén Este y en la ocupada Cisjordania.
El temor a una baja participación estuvo presente en las intervenciones de los principales líderes políticos israelíes, que ya acudieron a ejercer su derecho democrático esta mañana.