Esta semana marcará el fin del gobierno británico de Theresa May, pero también definirá quién será su sucesor -el defensor del Brexit y aliado de la Casa Blanca, Boris Johnson, o el actual canciller, símbolo de la diplomacia inglesa y apoyo a la Unión Europea (UE), Jeremy Hunt- y cómo será -si es que se concreta- la separación con sus vecinos.
“Hice lo mejor que pude”, sentenció a fines de mayo pasado la premier May y entre lágrimas anunció su renuncia para el próximo miércoles 24.
Después de tres años, May no había logrado cumplir con la única promesa que había hecho al reemplazar a David Cameron, su jefe que había apoyado quedarse dentro de la UE y perdió el referéndum: respetar la voluntad popular y abandonar el bloque europeo.
Desde el primer momento, May intentó mantener un equilibrio entre los defensores del Brexit que no aceptan ningún compromiso y los más moderados que buscan mantener algún tipo de relación con la UE para garantizar la unidad del Partido Conservador a través del traumático proceso del Brexit.