Activistas que promueven la organización barrial en el Barrio 31 de la Ciudad de Buenos Aires recibieron este martes a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta que visitó el barrio junto a otras funcionarias y se reunió con representantes de La Nuestra Fútbol Feminista, un espacio que reúne a más de 100 mujeres, lesbianas, travestis y trans del barrio.

Además de encontrase con ese espacio, que desde 2007 entrenan y piensan el fútbol y el deporte desde una perspectiva de géneros, recorrieron el Comedor Diversidad Trans Villera, que brinda asistencia alimentaria a travestis y trans y se organizan en torno a la inserción laboral, acceso a la vivienda, educación y a la justicia, se informó oficialmente mediante un comunicado de prensa.

La ministra fue acompañada por la secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad, Cecilia Merchán; Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad, y Pilar Escalante, subsecretaria de Políticas de Igualdad.

Mónica Santino, directora técnica de fútbol y parte del colectivo de La Nuestra Fútbol Feminista, dijo que “cuando una mujer se hace visible ahí, en el territorio, en la cancha, que es el espacio público más importante de la 31, algo cambia para la vista del barrio; el fútbol es una gran herramienta para demostrar que eso que decían respecto a que las mujeres no podemos hacer nada juntas no es cierto. Y esto demuestra, como se hizo tantas veces en la historia argentina, que las mujeres juntas podemos transformar la realidad”.

Martina Pelinco, del Comedor Diversidad Trans Villera, contó que en esa casa tres veces por semana entregan alimentos para que quienes asisten al espacio puedan comer pero “también para informar y formar sobre los derechos que tienen como ciudadanas, travestis, trans, pobres y migrantes”.

Gómez Alcorta, por su parte, explicó: “Desde el ministerio tenemos una mirada muy importante vinculada al territorio. Entendemos que para el diseño y la elaboración de las políticas públicas necesitamos tener capacidad de escucha sobre las distintas necesidades que tienen las mujeres y personas LGBTI+”.

En este sentido, remarcó que recorrer los barrios “implica poder conocer el trabajo que vienen realizando distintas organizaciones y acercarnos a las interseccionalidades de la identidad de género, la pobreza estructural, la diversidad sexual y las migraciones. De ese modo entendemos que podemos pensar en las desigualdades en materia de acceso a la salud, vivienda, trabajo, deporte y educación y comenzar a transitar un camino hacia mayores estándares de igualdad y justicia en nuestro país”.