Las protestas en ese escenario ubicado en el centro de Beijing (llamado también “Puerta de la Paz celestial”) estallaron tras la muerte de Hu Yaobang, un influyente dirigente reformista que murió de un ataque al corazón el 15 de abril de 1989. Nacido en una familia campesina pobre, Hu fue nombrado secretario general del Partido Comunista Chino (PCCH) en febrero de 1980. Desde entonces este dirigente cuestionó la ideología de Mao Tse Tung, reemplazándola con métodos más pragmáticos “para buscar la verdad a partir de los hechos”.
En 1987, después de varias semanas de protestas estudiantiles en demanda de reformas de estilo occidental, Hu fue obligado a renunciar con el beneplácito del líder chino Deng Xiaoping.
Tras la muerte de Hu, miles de chinos provenientes de diferentes estratos sociales -desde intelectuales que criticaban la corrupción del PCCH hasta trabajadores que rechazaban el alza de la inflación y el desempleo-, se congregaron en la plaza de Tiananmen. Sin embargo, siempre hubo dudas sobre cuánta gente murió en realidad.