Al igual que el ex presidente Bill Clinton, el mandatario no puede escapar del fantasma del “impeachment”, ya que este espectro lo persiguió desde que inició su mandato, el 20 de enero de 2017.
Sin embargo, quienes creen que ahora está contra las cuerdas, puesto que los demócratas lo consideran un “corrupto”, deberían recordar que el magnate redujo el desempleo en noviembre a una tasa del 3,5%, la menor en 50 años.
De todos modos, es casi imposible que la demanda de los demócratas -abuso de poder y obstruir al Congreso- prospere en enero en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría. Por lo tanto, se espera que Trump resulte absuelto.
Los demócratas, liderados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, consideran que el “impeachment” es lo único que queda por hacer para que la democracia estadounidense sobreviva.
Según esta influyente mujer, de 79 años, el jefe de la Casa Blanca usó su poder en beneficio personal.
Esta semana, tal como se esperaba, el Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó los dos cargos presentados contra Trump.
Por lo tanto, la acusación deberá ser votada probablemente por el pleno de la Cámara Baja, controlada por los demócratas, la próxima semana.
No obstante, muy pocos analistas creen que Trump pueda enfrentar un juicio como Andrew Johnson (1868) y Clinton (1998), los únicos presidentes que fueron sancionados de ese modo desde la independencia de Estados Unidos en 1776. Pero ninguno de ellos fue condenados.
Por su parte, Richar Nixon (1969-1974) renunció a la presidencia antes de ser sometido a un proceso de “impeachment”, como consecuencia del escándalo de espionaje Watergate.
En el caso de Trump, la mayoría de los analistas creen que es muy difícil que el Senado vote por una mayoría de 2/3 a favor de la remoción del magnate inmobiliario.
Para Patricio Navia, profesor de la Universidad de Nueva York, “los demócratas hacen esto porque están convencidos de la culpabilidad de Trump, y porque quieren alinear a sus tropas para las elecciones de noviembre de 2020”.
Trump está acusado de retener los fondos del Congreso para fortalecer militarmente a Ucrania contra Rusia, hasta que el nuevo presidente ucraniano acordara hacer lo que el presidente republicano llamó un “favor”.
Según la acusación, el magnate presionó a dicho país para que investigue a su posible oponente demócrata en la elección presidencial, Joe Biden, y su hijo Hunter, quien estaba involucrado con una compañía de gas ucraniano.
La otra acusación es por poner trabas a los esfuerzos de la Cámara de Representantes de investigar sus acciones.
El cientista Navia dijo a Télam que la reelección de Trump depende de tres cosas: “Primero, la economía. Si esto sigue bien, aumentan sus chances de mantenerse en el poder. Segundo, de quien sea el postulante demócrata”.
“Si los demócratas escogen a un candidato o candidata muy cargado a la izquierda, entonces pueden perder algunos estados claves, y Trump se reelige. Tercero, está supeditado a la capacidad de movilizar a los votantes que rechazan a Trump. Para eso, sí ayuda el ‘impeachemt'”, afirmó.
No hay duda de que son tiempos difíciles para el jefe del a Casa Blanca. Sin embargo, hay otro dilema que algunos columnistas como Charles M. Blow, del diario The New York Times, se animan a preguntar:
“Si es removido o renuncia, ¿usted realmente quiere de presidente a Mike Pince?”, un aliado incondicional del empresario neoyorkino.
A pesar de las críticas, el jefe de la Casa Blanca se ríe de sus adversarios. Además, calificó de “ridícula” a la revista Time que concedió el premio a la personalidad del año a Greta Tumberg, una adolescente que lucha en favor del medio ambiente.
Obvio: quería que se lo dieran a él. Trump está acostumbrado a los escándalos. Sin embargo no es más que un político que ha vivido a lo largo de este año manteniendo duros enfrentamientos con líderes mundiales, entre ellos el presidente chino, Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin, el francés Emmanuel Macron y el norcoreano Kim Jong-un.
Para muchos, Trump no es solo la personalidad del año, sino probablemente de toda esta primera parte del siglo XXI.