Los cancilleres de Estados Unidos y Rusia, Mike Pompeo y Serguei Lavrov, se reunirán este lunes en Finlandia para analizar la situación en Venezuela, donde recrudeció la tensión entre la administración chavista y el gobierno interino designado por el parlamento tras el alzamiento que buscó, sin éxito, desalojar del poder al presidente Nicolás Maduro.
Pompeo y Lavrov se encontrarán después de las conversaciones telefónicas que mantuvieron ellos dos el miércoles pasado y los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin el viernes.
Trump fue inusualmente conciliador al afirmar que había tenido “una conversación muy positiva” con Putin, asegurar que este “no está pensando en absoluto en implicarse en Venezuela” y sostener que ambos sentían “lo mismo” al querer “ver que ocurra algo positivo” en el país caribeño.
En cambio, tanto en aquel contacto como en declaraciones posteriores, los cancilleres sostuvieron las posiciones más rígidas de sus gobiernos, el estadounidense sin descartar la posibilidad de una intervención militar para desplazar a Maduro y el ruso en rechazo a esa eventualidad.
De hecho, Lavrov volvió a dejar clara la postura de Rusia como principal aliado del régimen chavista al recibir hoy en Moscú al canciller de Maduro, Jorge Arreaza.
“Con nuestros socios venezolanos coincidimos en que todo empleo de la fuerza sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU puede tener consecuencias catastróficas para toda la seguridad internacional”, dijo Lavrov en conferencia de prensa junto a su visitante.