Barack Obama debe sentirse indignado cuando ve que Donald Trump da marcha atrás con muchas de sus medidas de gobierno, entre ellas el acuerdo nuclear con Irán, considerado el logro más importante de la política exterior demócrata.
Aquel pacto forma parte ahora de otra realidad diplomática, porque Trump está endureciendo las sanciones económicas contra Teherán, para beneplácito de su principal aliado en Medio Oriente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Siempre el premier hebreo renegó de este documento firmado por el Grupo 5+1, formado por EEUU, China, Francia, Reino Unido, Rusia, más Alemania, el 14 de julio de 2015.
Actualmente algunos analistas piensan que la maniobra de Trump contra el gobierno persa no será nada fácil, ya que China -uno de los mayores importadores de petróleo iraní-, ha expresado su oposición al anuncio de la Casa Blanca de sancionar a partir del 2 de mayo a todos los países que compren crudo a Irán.