Una de las bajas es Toni Roldán, un “peso pesado” de perfil socio liberal, considerado el sucesor del cerebro económico del partido, Luis Garicano, vocero de asuntos económicos en el Parlamento y responsable del programa partidario.
El otro que abandona el barco es el eurodiputado Javier Nart, responsable de los asuntos europeos y uno de los fundadores del partido liberal nacido en 2006 en Cataluña, y que en 2015 irrumpió a nivel nacional en el Parlamento español con una propuesta progresista para toda España.
“Los costes de la estrategia de Ciudadanos son demasiado altos para España. No me voy porque yo haya cambiado, ha sido el partido el que ha cambiado”, dijo Roldán, al anunciar su renuncia al partido en conferencia de prensa desde el Congreso de los Diputados de Madrid.
Poco después, Nart anunciaba también su salida tras una votación inesperada de la cúpula de Ciudadanos, que tras la sorpresiva renuncia de Roldán se pronunció sobre la estrategia partidaria en relación con la investidura de Sánchez, imponiéndose la línea dura de seguir con el veto, lo que obliga al PSOE a tener que inevitablemente llegar a un acuerdo con Unidas Podemos.
“Seguiremos siendo una alternativa al sanchismo y al bipartidismo caduco. Más de 4 millones de españoles nos votaron porque sabían que decíamos no a Sánchez”, aseguró Inés Arrimadas, la vocera nacional de Ciudadanos, tras esta crisis interna sin precedentes.