“Examinamos también la situación en Irán, las tensiones que se observan ahora en el golfo Pérsico; reiteramos juntos que se debe hacer todo para que ningún error, ningún paso accidental provoque una escalada de tensiones”, dijo al reunirse con su homólogo ruso Dmitri Medvédev.
Las tensiones entre Washington y Teherán siguen en aumento desde mayo de 2018, tras la retirada unilateral de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto y la imposición de varias baterías de sanciones contra Irán.
Un año después Teherán respondió con la suspensión parcial de las limitaciones establecidas por el acuerdo nuclear.
Durante las últimas semanas, Estados Unidos anunció el envío de importantes refuerzos militares a Oriente Medio, incluido un portaaviones, un destructor de misiles guiados, aviones espías, bombarderos B-52, aviones de combate F-15 y misiles Patriot.