
El triunfo del peronista Segio Ziliotto en las elecciones pampeanas de hoy, que lo consagraron como gobernador electo, no sorprendió en los ámbitos provincial y nacional, toda vez que el Justicialismo no pierde comicios desde 1983, y quizás por ello para Cambiemos la derrota tiene un costo político relativo.
En un marco de frialdad semejante a las culturas nórdicas y muy distante de la coyuntura de comicios como los de, por ejemplo, el conurbano bonaerense, dirigentes del Frente Justicialista Pampeano y de Cambiemos demostraron en la previa con sus actitudes y hasta en palabras que “el resultado ya era un hecho”, en alusión a un triunfo del PJ.
Ante esta perspectiva, los ciudadanos, especialmente los de Santa Rosa, denotaban cierto desinterés en ir a votar, lo que fue verificado en las internas del 17 de febrero pasado cuando hubo una baja participación al no ser obligatorias.