El papa Francisco beatificó hoy a siete obispos mártires del régimen comunista rumano del siglo XX y alertó por las “colonizaciones ideológicas” de la actualidad.
“Ante la feroz opresión del régimen, ellos manifestaron una fe y un amor ejemplar hacia su pueblo”, describió Jorge Bergoglio a los nuevos beatos: Valeriu Traian Frențiu, Vasile Aftenie, Ioan Suciu, Tit Liviu Chinezu, Ioan Bampamplan, Alexandru Rusu y Iuliu Hossu, fallecidos entre 1950 y 1970, a consecuencia de las duras condiciones de encarcelamiento que les impuso el régimen comunista.
En una misa de rito bizantino que presidió en el Campo de la Libertad de Blaj, en el tercer y último día de su viaje a Rumania, Francisco recordó “el sufrimiento de la gente cuando el peso de la ideología o de un régimen es más fuerte que la vida y se antepone como norma a la misma vida y a la fe de las personas”.
Francisco en Rumania
“Con gran valentía y fortaleza interior, aceptaron ser sometidos a un encarcelamiento severo y a todo tipo de ultrajes, con tal de no negar su pertenencia a su amada Iglesia”, agregó el obispo de Roma en referencia a los siete mártires.
“Los nuevos beatos sufrieron y dieron su vida, oponiéndose a un sistema ideológico que rechazaba la libertad y coartaba los derechos fundamentales de la persona humana”, recordó Bergoglio, que durante su gira por el país del este europeo, de mayoría ortodoxa, reclamó por la unidad de los cristianos.
“En aquel periodo triste, la vida de la comunidad católica fue sometida a una dura prueba por un régimen dictatorial y ateo: todos los obispos y muchos fieles de la Iglesia Greco-Católica y de la Iglesia Católica de rito latino fueron perseguidos y encarcelados”, agregó Francisco.
El pontífice destacó además que los siete nuevos beatos tuvieron una actitud de “misericordia hacia los torturadores” que es “un mensaje profético, porque se presenta hoy como una invitación a todos para superar el rencor con la caridad y el perdón, viviendo la fe cristiana con coherencia y valentía”.
En ese marco, alertó que “también hoy reaparecen nuevas ideologías que, de forma sutil, buscan imponerse y desarraigar a nuestros pueblos de sus más ricas tradiciones culturales y religiosas”.
“Colonizaciones ideológicas que desprestigian el valor de la persona, de la vida, del matrimonio y la familia y dañan con propuestas alienantes, tan ateas como en el pasado, especialmente a nuestros jóvenes y niños dejándolos desprovistos de raíces desde donde crecer”, criticó.
Tras la beatificación, Francisco cerrará su visita a Rumania con un encuentro con un grupo de gitanos, parte de los cerca de 600.000 miembros de la comunidad rom que vive en el país europeo según el último censo.