Seis presuntos inmigrantes, entre ellos dos bebés y dos niños, fueron encontrados hoy muertos en la zona fronteriza entre Estados Unidos y México, en dos nuevos episodios que desnudan cuán peligroso se ha vuelto esa zona para los mexicanos y centroamericanos que intentan entrar ilegalmente al territorio estadounidense.
Primero, una mujer de unos 20 años, dos niños y un bebé fueron encontrados muertos en el estado de Texas, cerca de la frontera con México, con señales de deshidratación y sobreexposición y las autoridades informaron que podrían ser inmigrantes sin documentos.
Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza encontraron los cadáveres anoche en la Zona de Gestión de la Vida Salvaje Las Palomas, un corredor muy utilizado en los últimos tiempos por inmigrantes que cruzan desde México de manera ilegal.
El sheriff del condado de Hidalgo, Eddie Guerra, informó que la víctima adulta tenía unos 20 años y viajaba con tres niños, según un comunicado que la vocera del FBI en San Antonio, Roseanne Hughes, difundió.