La población española aumentó en 2018 en 276.000 personas gracias a la inmigración, que compensó el saldo de tasa de natalidad negativo, con un fuerte incremento de llegadas de venezolanos, hondureños y colombianos.

El crecimiento del año pasado fue el mayor desde el registrado en 2008, antes de la grave crisis económica que sufrió España, y en el que la población subió en 570.000 personas, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE).

España registró en 2018 un salvo negativo de 56.000 personas contando defunciones y nacimientos, además de 309.000 salidas al extranjero (16,1% menos) y 643.000 llegadas del exterior (20,8% más), para un total de 46,93 millones de habitantes.

El hecho de que la inmigración procedente del exterior compense el descenso de la población debido a la caída de la natalidad se produce en España desde 2016, debido a la incapacidad de los distintos gobiernos de ordenar medidas de conciliación familiar e impulsó a la maternidad que favorezcan más nacimientos.

La llegada de personas procedentes del exterior fue en 2018 la mayor desde 2008, mientras que la cifra de salidas fue la menor desde ese año.

Los mayores incrementos en las llegadas de inmigrantes fueron entre los procedentes de Venezuela (47%), Honduras (32,2%), Colombia (25,1%) y Perú (20,2%), reprodujo la agencia de noticias EFE.