El presidente Mauricio Macri marcó hoy la diferencia entre “hacer lo fácil mal” y “lo difícil bien” y, en ese marco, mencionó algunas obras de su gestión y las contrapuso con el gobierno anterior que, según dijo, eligió el camino “fácil” de “pintar la fachada de un edificio para inaugurarlo”, dejando “todo podrido por dentro” o “gastar un punto del PBI para crear una ilusión”.
“La disyuntiva: hacer lo fácil mal o lo difícil bien. Los otros días, en Ensenada, dije que sería muy fácil usar todos los recursos que tenemos -que son pocos- y gastarlos en fomentar el consumo para crear un falso clima de crecimiento”, dijo el Presidente desde la red social Facebook y luego lo compartió en su cuenta de Twitter.
Siguiendo ese razonamiento, agregó que “es fácil gastar un punto del PBI para crear una ilusión, pero cuyas consecuencias después explotan en todas direcciones”, y lo graficó con lo que está sucediendo en estos días en Venezuela donde “el país se extinguió por las mentiras de un gobierno que destruyó todos los recursos”.
Remarcó que ese camino “es fácil” y “lo vivimos durante años”.
“Como pasó en Argentina, es fácil pintar la fachada de un edificio para inaugurarlo usando la Cadena Nacional y dejarlo todo podrido por adentro. Es fácil, lo vimos durante años y vivimos hasta ahora sus consecuencias”, señaló.
El mandatario se preguntó “qué quedó de hacer las cosas así” y enseguida lamentó que haya quedado “un país con millones de personas que no tienen ni cloacas”.
“No hablamos de 5G o de trenes súper rápidos, el camino fácil después de 80 años dejó un país que no tiene ni cloacas”, resumió.
El mandatario dejó claro que “hacer algo de verdad, cualquier cosa que sea, a cualquier escala”, ya sea en la vida diaria, en la casa, en una ciudad o en un país “definitivamente es difícil”, y asumió que “cuanto más grande es lo que querés hacer, más determinación y confianza se necesita”.
Para mostrar qué es “hacer las cosas bien”, Macri recordó que en los próximos días se inaugurará junto a la ciudad de Buenos Aires el Viaducto Mitre, según dijo, “una obra monumental que va a permitir a los trenes que atraviesan la Ciudad cruzar elevados como sucede en todas las grandes ciudades del mundo”.
El Presidente reconoció que no fue fácil la tarea y que todos los vecinos tuvieron que soportar los inconvenientes que esta obra provocó.
“Seamos sinceros: hacer el Viaducto fue una pesadilla para todos los vecinos. Tuvieron que soportar el movimiento de máquinas, ruidos, polvo, calles cortadas; tuvieron que dar rodeos por los desvíos y eso los obligaba a levantarse más temprano para ir a trabajar o a la escuela”, dijo Macri.
Para contraponer a esos inconvenientes, el mandatario señaló que el viaducto está y que “en pocos meses ningún vecino recordará las peripecias que viví”.
Incluso, mencionó que gracias a esta obra “sus propiedades serán apreciadas, la gente viajará más rápido y las dificultades que atravesaron serán olvidadas”.
“Ese cambio es el que permitirá después hacer otros aún más grande, resumió el jefe de Estado en un documento que fue publicado en Twitter con una seguidilla de posteos -también en Facebook- y que se acompañó con un video donde se muestra la obra.
“La disyuntiva. Todos conocemos las circunstancias que vivimos, sabemos de qué pasado venimos. Este momento es una oportunidad inmensa. Podemos definirnos mucho más allá de la política, de la gestión, de la economía. Es una oportunidad para declarar qué clase de persona somos”, dijo Macri en su mensaje.
Enseguida se preguntó: “¿Somos de los que creemos que las cosas son fáciles y buscamos resultados inmediatos aunque sean falsos; o somos de los que sabemos que hacer algo, por pequeño o grande que sea, es complejo, pero que eso nos hará mejores, más poderosos y más libres?
“Estoy convencido de que en lo más profundo de la mente de cada argentino ese dilema ya fue respondido”, concluyó.