Cuando ocurrieron los hechos, Al Yadaily estaba trabajando en el servicio médico al norte de la Franja durante las manifestaciones que se desarrollan semanalmente, junto a la valla divisoria con Israel desde hace más de un año para pedir el fin del bloqueo y la vuelta de los refugiados palestinos.
La ministra de Sanidad palestina, Mai Salim al Kila, acusó a Israel de “abrir fuego deliberadamente contra paramédicos y voluntarios de ambulancia” y de “violar todas las convenciones y acuerdos internacionales que exigen la protección del personal médico en tiempos de conflicto”.
Desde el comienzo de las movilizaciones, conocidas como la Gran Marcha del Retorno, al menos 208 palestinos han muerto por fuego israelí y 75 en otros incidentes violentos, según cifras de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU en los territorios ocupados (OCHA).
En adición a esto, un informe del Centro Abdulah Hourani de Estudios y Documentación de Gaza, detalló en marzo que los muertos palestinos de las protestas incluyen a tres paramédicos y dos periodistas.