El responsable de las relaciones exteriores del secesionista Gobierno de la región autónoma de Cataluña, destacó que el Parlamento Europeo, con sede en Estrasburgo (Francia), tendrá que resolver la situación del ex presidente catalán Carles Puigdemont, quien fue elegido eurodiputado pero no pudo asistir a la jura del cargo en Madrid porque sobre él pesa una orden de detención española.
También deberá pronunciarse sobre la situación del ex vicepresidente y líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, al que se impidió salir de prisión para adquirir la condición de eurodiputado, señaló Bosch, independentista catalán.
Esta semana, 76 diputados de diferentes nacionalidades y “familias políticas” enviaron una carta a las autoridades europeas en la que denuncian a España por “vulnerar los derechos fundamentales” de Junqueras, Puigdemont y Toni Comín, otro secesionista electo prófugo de la justicia española.
“Durante el referendo del 1 de octubre de 2017, la represión policial se frenó. ¿Fue porque alguien reflexionó? Fue evidente que hubo presión internacional. Son los excesos los que llevan a la comunidad internacional a reaccionar”, señaló Bosch.
En este sentido, los secesionistas catalanes son conscientes de que el fallo contra los 12 líderes políticos y sociales que fueron juzgados por graves delitos de rebelión y sedición -con penas de hasta 25 de cárcel -por su papel en el fallido proceso de secesión de 2017 será un nuevo punto de inflexión para el futuro de Cataluña y de España.
“Me encantaría que los jueces tuvieran un ataque de lucidez y liberaran a los presos políticos, pero difícilmente esto sucederá. Lo que si está claro es que si las sentencias son duras se dificultará todavía más la búsqueda de una solución”, declaró Bosch.
Aclaró que la estrategia del gobierno del presidente catalán, Quim Torra, sucesor designado por Puigdemont, no es apostar por “cuanto peor mejor”.
Eso si, “si el Estado español se equivoca, lo vamos a aprovechar”, aseguró.
Adujo que “en cualquier proceso de autodeterminación, el establecimiento de la culpa es clave, de ahí que si internacionalmente se considera que el Estado español actúa de forma injusta, entonces tendremos la razón de nuestra parte”.
Aún así, tras el fracaso de la vía unilateral adoptada en 2017, Bosch admite que la solución del conflicto catalán solo llegará “mediante el diálogo y un referendo acordado con el Estado español, similar al caso de Escocia”.
Afirma que su partido incluirá esta cuestión del diálogo con el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, cuya reelección están abiertos a facilitar los secesionistas catalanes.
“No le decimos a Pedro Sánchez que se convierta en independentista, ni que hablar quiera decir que mañana votaremos a la independencia”, aseguró Bosch.