El Gobierno presentará mañana junto a las cámaras y sindicatos un plan para el desarrollo de la industria automotriz que tiene como antecedente la “Propuesta para la transformación y sostenibilidad del Sector Automotor” elaborada por esas entidades a lo largo de este año.
El plan fue elaborado al calor de un convenio entre el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y el Centro Consensus de la Universidad Austral, y del cual participan la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), junto a las asociaciones de Autopartistas (AFAC) y de Concesionarios (Acara).
La propuesta, que será lanzada en la sede central de Smata con presencia de las más altas autoridades nacionales, se basó en el trabajo “Visión 2030”, elaborado por la consultora Abeceb a pedido de las terminales, que contiene proyecciones para la próxima década y plantea como objetivo retomar el “Plan Un Millón” propuesto en 2015 a fin de lograr ese volumen de producción en 2023.
Según el informe, la demanda y la tecnología cambiaron, lo que derivó en un cambio global para la industria automotriz, en el cual el auto pasó a ser una “computadora con ruedas”, con preponderancia del software.
El informe señala además que el auto del futuro es eléctrico, conectado y autónomo, mientras la movilidad es un negocio que excede el sector automotriz y prefigura un paradigma al que las empresas se tienen que adaptar, ya que actualmente no es suficiente con producir un vehículo, sino se suman cada vez más servicios.
El plan apunta a implementar una nueva agenda integral, a fin de establecer “un cambio con sentido de supervivencia” que incluya a mediano plazo el libre comercio con la Unión Europea (UE) y Brasil.
El informe indica también que las nuevas tecnologías presentan oportunidades, como la de explotar las capacidades del gas destinado a los vehículos pesados y las pick ups con motorizaciones híbridas (a través del incentivo al uso y la fabricación local).
A partir del desarrollo de estas nuevas unidades de negocio se anticipa que la producción anual ascendería en un plazo inmediato a un rango entre 450.000 y 600.000 unidades, de las cuales unas 45.000 serían híbridas.
El estudio sugirió llevar a cabo el agregado de valor en las baterías de litio para vehículos pesados, y sumar seguridad y conectividad a los vehículos producidos en el país.
Entre los desafíos que se presentaron en el informe figuran los necesarios para alcanzar el estándar de escala global, mediante una disminución de entre 15 y 40% en los costos de producción (hasta US$ 1.300 menos por vehículo); la creación de un programa de Industria 4.0; la reconversión del sector autopartista; y la integración con el mundo como base de crecimiento
En cuanto a la comercialización, el informe tiene en cuenta la captura de nuevos canales, como por ejemplo el digital, que sumará participación a nivel global ya que se estima que las ventas online tendrán en breve una relevancia del 15 % del total.