Ataques con drones lanzados por rebeldes de Yemen apoyados por Irán provocaron hoy la clausura de uno de los mayores oleoductos de Arabia Saudita, elevando aún más las tensiones en el Golfo Pérsico tras misteriosos sabotajes contra buques petroleros.
Estados Unidos e Irán, sin embargo, buscaron hoy distender la situación tras cruzar acusaciones luego del despliegue de bombarderos y un portaaviones estadounidenses en el Golfo Pérsico para hacer frente a amenazas de Teherán, rival de Arabia Saudita.
“Ciertamente no buscamos una guerra con Irán”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de visita en Rusia.
El líder supremo iraní, Ali Jamenei, dijo que “este enfrentamiento no es militar, porque no va a haber ninguna guerra”