El líder socialista Pedro Sánchez recabó sus primeros apoyos, con condiciones, y recibió ofertas arriesgadas en la apertura de la ronda de consultas que el rey Felipe VI realiza con el objetivo de proponer un candidato a la investidura como presidente del gobierno de España.

“Estamos abiertos a analizar posibles acuerdos que consigan que los independentistas no tengan la llave y no decidan la política de España ni el futuro de los españoles”, aseguró, tras reunirse con el rey en La Zarzuela, el líder del partido de derecha Unión del Pueblo Navarro (UPN), Javier Esparza, en la sorpresa de la jornada.

La oferta de Esparza de facilitar con sus dos diputados la investidura de Sánchez, no obstante, está condicionada a que los socialistas dejen gobernar a la derecha en la comunidad de Navarra, norte de España.

Su partido, UPN encabezó la coalición Navarra Suma, integrada también por el Partido Popular (PP) y Ciudadanos, que ganó las elecciones regionales pero podría no gobernar si los socialistas llegan a un acuerdo con la izquierda y los independentista vascos de Bildu.