El hombre de 45 años murió poco después de su admisión en un hospital en la ciudad de Puttalam, en el noroeste del país, durante los disturbios islamófobos que comenzaron el domingo en varios puntos del país asiático, informó un funcionario policial citado por la agencia de noticias EFE.
Su muerte se conoció luego que las autoridades decretaran un toque de queda nocturno en todo el país y se ordenara a la Policía usar la fuerza máxima para lidiar con los agitadores, después de que centenares de cristianos incendiaron comercios, mezquitas y vehículos pertenecientes a musulmanes. Fuentes oficiales dijeron que el toque de queda tiene como objetivo evitar una mayor escalada de la violencia.
El pasado 21 de abril, Domingo de Pascua, una serie de atentados suicidas reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico (EI) en Sri Lanka dejaron más de 250 muertos en hoteles de lujo e iglesias católicas.